Pino canario (Pinus canariensis)

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Pino canario
Pinus canariensis C. Sm. ex DC. in Buch

Pino canario

Pino canario. Foto: Damián Esquivel Díaz

Estado de conservación (UICN)
LC
  1. Endémico: Si
  2. Nivel de protección: Protegidas
  3. Origen: Nativo Seguro (NS)
Clasificación Científica
Reino: plantae
Division:Pinophyta
Clase: Pinopsida
Orden: Pinales
Familia: Pinaceae
Especie: Pinus canariensis C. Sm. ex DC. in Buch
Distribución
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El pino canario (Pinus canariensis) es un árbol (conífera) que puede llegar a medir más de 40 metros de altura, sin embargo, lo normal es que oscile entre los 15 y 25 metros. Presenta una corteza muy gruesa, agrietada y de color marrón rojiza. Las hojas son unas acículas bastante largas, dispuestas de tres en tres.

Descripción general

El pino canario (Pinus canariensis) es un árbol que, en los ejemplares más longevos, puede llegar a superar los 60 metros de altura, un diámetro de tronco superior a los 2 metros y una antigüedad de más de 400 años. No obstante, la talla media se encuentra entre los 15  y 25 metros de alto y entre 0,5 y 1 metro de diámetro. Los pinos más jóvenes presentan un porte cónico con ramas más largas en la base y disminuyendo su tamaño hacía la cima, mientras que en los pinos de mayor edad la copa se abre y se hace más irregular, dándole un aspecto aparasolado. El tronco es recto, cilíndrico, y grueso, con una corteza lisa en los primeros años, y a medida que el árbol envejece, esta aumenta el grosor añadiendo sucesivas capas, y posteriormente se resquebraja formando placas laminares regulares de hasta 8 cm de grosor que presentan un color grisáceo-rojizo; gracias a este proceso, el pino canario es un árbol muy resistente a los incendios forestales. Otro aspecto destacado del pino canario, al igual que el de otras coníferas, es el extraordinario sistema radicular, presentando una raíz principal muy robusta que crece rápidamente y otras secundarias bastante largas y extendidas en varias direcciones que permiten su desarrollo en todo tipo de suelos.

Hojas

El pino canario (Pinus canariensis) tiene unas acículas (hojas) de la primera edad y de los brotes adventicios cortas, planas, individuales, alternas, aserradas, más anchas en su base y decreciendo hacia el ápice y con un vistoso color azul claro. Las acículas normales se encuentran en grupos de tres y dispuestas en una vaina basal membranosa; son finas, flexibles, agudas en el ápice y de entre 20 y 30 cm de longitud. Si las observamos detenidamente con una lupa podemos ver que se encuentran divididas en tres cantos (sección triangular), con los márgenes finamente aserrados, por lo que resultan ásperas al tocarlas; presentan una coloración verde claro y generalmente duran dos años sobre el árbol antes de caer. Las acículas se encuentran agrupadas en los extremos de las ramillas, siendo las acículas más jóvenes y centrales erectas y cortas, mientras que el resto son largas, flexibles y en disposición arqueado colgantes.

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Acículas del pino. Foto: Damián Esquivel Díaz Acículas. Foto: Damián Esquivel Díaz

Flores

El pino canario (Pinus canariensis) es una especie monoica ya que presenta flores masculinas y femeninas dispuestas sobre el mismo árbol. Las flores masculinas, llamadas conos, presentan una morfología aovado oblongas y una  coloración amarillento-verdoso que se torna de color rojizo al marchitarse; se encuentran agrupadas en densos racimos en el extremo de las ramillas, formando una espiga cónica de hasta 10 cm de largo. Cada flor (cono) está formada por numerosos estambres aplanados en forma de escama, en ellas se forman una gran cantidad de pequeñísimos granos de polen que en la primavera se dispersan con el aire. Las inflorescencias femeninas son solitarias  o en grupos de 2 o 3 y se encuentran en el extremo de los brotes tiernos de las ramas altas del pino. Presentan una coloración verdoso-rojiza y tienen el aspecto de estructuras casi esféricas que se originan a partir de brotes alargados rodeados de escamas en las que se va formando un engrosamiento, cada una de estas escamas es una flor en cuya base se hallan dos óvulos, que son fecundados por un núcleo masculino procedente de un grano de polen. Las piñas son de color verdosas al principio y pardo rojizas en la madurez; son alargadas, ovoideo-cónicas, de 12 a 20 cm de longitud y entre 5-10 cm de diámetro en la parte más ancha. Cada piña esta provista de un corto y grueso pedúnculo que resulta casi inapreciable cuando esta alcanza su máximo crecimiento; están formadas por escamas con escudete romboidal con quilla muy marcada y ombligo (parte central) muy prominente. El fruto conocido como piñón, tiene forma oval, es negruzco y está provisto de un ala fija y membranosa que facilita su dispersión por el viento.

dsc09690-las-vegas-flor-masculina-pino-canario.jpg dsc09721-pinus-canariensis-pinas-masculina-y-femeninas.jpg dsc09647-siete-lomas-fruto-pino.jpg img_0371-pinon-pino-germinado.jpg
Flor masculina. Foto: Damián Esquivel Díaz Flor masculina y femenina. Foto: Damián Esquivel Díaz Fruto del pino. Foto: Damián Esquivel Díaz Piñón germinando. Foto: Damián Esquivel Díaz

Hábitat

El pino canario (Pinus canariensis) configura la formación boscosa mejor conservada en algunas de las isla del archipiélago canario. Los pinares son unos bosques que caracterizan las cumbres insulares y las medianías altas del sur. Se desarrollan sobre cualquier tipo de suelo y resiste tanto las temperaturas muy bajas como altas, siendo poco exigente en humedad y exposición al sol, aunque su óptimo se encuentra en las zonas soleadas y secas. Generalmente habita entre los 700-800 y los 2000-2100 metros de altitud aunque localmente puede llegar en cotas inferiores hasta los 400-500 metros y en algunas islas como Tenerife y La Palma alcanzan los 2200-2300 metros como cota máxima. En los bosques de pino canario también participan otras especies vegetales como los escobones, los codesos, jaras, amagantes, corazoncillos, cedros y tomillos. Además son el hábitat exclusivo de algunas aves como el pinzón azul de Tenerife y de Gran Canaria, y también del pájaro carpintero o picapinos de Gran Canaria y de Tenerife.

Entre los pinares más destacados de Canarias se encuentra el pinar de Puntagorda y Fuencaliente en la isla de La Palma; pinar de Vilaflor, Icod y La Esperanza en Tenerife; en la isla de El Hierro destaca la zona denominada “El Pinar” mientras que en la isla de Gran Canaria sobresale el pinar de Tamadaba, pinar de Pajonales, Ojeda e Inagua y los pinos de Gáldar.

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Pinar en coladas volcánicas, Tenerife. Foto: Damián Esquivel Díaz Caldera de Taburiente. Foto: Damián Esquivel Díaz Roque Nublo, Gran Canaria. Foto: Damián Esquivel Díaz Valle de La Orotava, Tenerife. Foto: Damián Esquivel Díaz

Curiosidades

Uno de los aspectos más interesantes del pino canario (Pinus canariensis) es su gran longevidad. En este aspecto destacan algunos pinos canarios monumentales ubicados en diferentes islas. En Tenerife y más concretamente en el municipio de Vilaflor, se encuentra el Pino Gordo, se trata del  pino con el tronco más grueso de todos los pinos canarios, presentando un perímetro de 9,25 m, una altura de 45,12  metros y una longevidad aproximada de entre 696-805 años. También en la localidad de Vilaflor se encuentra el Pino Dos Pernadas que con sus 56 metros es el de mayor altura, además posee un tronco con un perímetro de 8,40 metros y una antigüedad estimada de entre 823-739 años. El origen del nombre se debe a que se encuentra ramificado en dos gruesas ramas de similar grosor.

En la isla de Gran Canaria se encuentran los pinos de Pilancones y Casandra. El primero se localiza en el barranco de Ayagures, en el municipio de San Bartolomé de Tirajana tiene un perímetro de tronco de 5,25 m, una altura de 30 metros y una longevidad de entre 343 y 378 años, desafortunadamente este pino sufrió varios incendios y cayó en el año 2008. El Pino de Casandra se localiza en el municipio de Tejeda, este pino se encuentra ramificado a 2 metros del suelo en dos gruesas ramas, presenta un perímetro de tronco de 5 metros, una altura de 15 m y una antigüedad estimada de entre 530-843 años. En la isla de La Palma se encuentra el Pino de la Virgen en el término municipal de El Paso se trata de un ejemplar de pino que tienen un perímetro de tronco de 7,5 metros, una altura de 30 m y una longevidad de entre 824-775 años.

El pino canario ha sido empleado en medicina popular para combatir numerosas dolencias y tratamientos, destacando su uso como hemostática empleando la corteza machacada. Para tratar los dolores de muelas se hacían enjuagues con el cocimiento de la tea o de los piñones. Con el macerado de sus ramas se combatía la inflamación de las encías y la halitosis. Para la gripe se hacía un cocimiento con las piñas verdes, y el aroma que desprende el pino se le consideraba un buen tónico pulmonar. Para las inflamaciones de las piernas se recurrió a los pediluvios (baño de pies) con el cocimiento de la madera del pino. Los sabañones (inflamación bajo la piel que viene acompañada de picor, manchas rojas, ampollas y cierto dolor) se quemaban con un pequeño trozo de tea. La resina fue empleada en medicina popular para curar los procesos catarrales, de garganta y para combatir la sinusitis. Para ello se tomaba la resina en forma de infusiones. También se aplicaba la resina en forma de cataplasmas sobre las zonas afectadas.

En veterinaria, el pino canario se utilizó para el tratamiento de enfermedades y dolencias. El carbón de pino disuelto en agua era administrado a los animales para curar las diarreas. El cocimiento de los trozos de tea fue empleado para el tratamiento de la mastitis del ganado (enfermedad infecto contagiosa de las glándulas mamarias). La brea del  pino era utilizada en La Palma para curar las heridas en las ubres de las cabras y también para sanar las patas de mulos y caballos.

Entre otros usos, la madera del pino canario jugó un importante papel socioeconómico, aprovechando su madera para diversos usos tradicionales como la fabricación de carbón, pez o brea, construcción de algunos elementos de los barcos, construcciones de techos, artesonados de iglesias y balconadas, dinteles, puertas, en carpintería la fabricación de herramientas y elementos de la vivienda etc. Sin embargo, algunos de estos usos, en el pasado, fueron los causantes de una brutal desforestación en las islas, destacando la utilización de la tea (parte central del pino que produce una madera casi incorruptible) y que se extrae de los ejemplares longevos del pino canario, por lo que su obtención se realiza a costa de destruir los ejemplares de pino de mayor calidad y belleza. El otro aspecto que también contribuyó a una gran deforestación fue la obtención de la brea o pez negra y sólida, que se obtiene de los pinos ateados, quemados en hogueras, sobre hoyos dispuestos para este propósito.

Para la obtención de la brea era necesario construir unos hornos en las laderas de los pinares con cierta inclinación. Estos hornos eran generalmente cilíndricos, planta redonda y paredes verticales de piedra seca ligeramente más cerradas en la parte alta. Los hornos constan de dos piezas: un horno principal de mayor tamaño donde se echaba la madera ateada de los pinos a la que se le prendía fuego. Este primer horno circular se comunicaba subterráneamente, con un pequeño canal, con el segundo horno algo más pequeño, llamado cocedera donde llegaba la resina y se produce una segunda cocción durante 24 horas para posteriormente a través del canal pasar el líquido a una zona llana y compartimentada llamada tendales por donde se distribuye el líquido caliente hasta enfriarse y poder ser transportado.

Otro de los usos del pino fue la extracción de la resina que era un proceso, no tan dañino como los anteriores, y muy sencillo que se podía realizar directamente del tronco mientras la resina escurre por él, en este caso se recoge con un cuchillo o cuchara raspando la parte de la corteza del pino que destila resina. La otra forma era acondicionar un pilón en la base de los pinos (especie de hoyo tapado donde cae la resina que fluye desde un pequeño corte realizado en la base del tronco, y que se cubría con piedras y pinocha para camuflarlo) y luego durante el verano se recogía dos o tres veces al mes.

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Horno de brea. Foto: Damián Esquivel Díaz Raíces del pino. Foto: Damián Esquivel Díaz Hoyo para recoger resina. Foto: Damián Esquivel Díaz

Uso medicinal de las plantas en Canarias

En los artículos de la Canariwiki se describe el uso medicinal de muchas plantas endémicas presentes en el Archipiélago Canario. Debemos de tener en cuenta que la mayoría de esas especies están protegidas y algunas están en peligro de extinción, por lo que su recolección está terminantemente prohibida.
En cuanto a la descripción del uso medicinal de estas plantas en Canariwiki es meramente informativo del aprovechamiento tradicional que se ha hecho de las mismas, por lo que no debe sustituir ningún tratamiento médico.

Referencias

Recursos educativos digitales


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Autoría: Isabel Esquivel Sigut